Artículo escrito por Asunción Blasco, Directora de Gestión de Servicios de TIREA
La entrada en vigor el 1 de enero de 2016 de la Ley 35/2015, con la reforma del sistema de valoración de las indemnizaciones por daños corporales, así como del resto de los recientes cambios legislativos - La Reforma para la despenalización de las faltas (LO 1/2015, de 30 de marzo) y la nueva regulación de las pericias por daños personales realizadas por los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses (RD 1148/2015, de 18 de diciembre)- han motivado que las entidades aseguradoras estén inmersas en un proceso de trasformación de sus procedimientos de gestión de siniestros en el ámbito de los daños personales. Existen no pocas incertidumbres, no solo en los cambios operativos que tienen que acometer las entidades, sino en el impacto económico que se deriva de su aplicación, su repercusión en las primas a los asegurados, y por consiguiente, el impacto en su cuenta de resultados…
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